Las colecciones microbiológicas constituyen centros de curaduría especializada con procedimientos de rutina, como la realización de pruebas de control de calidad y el suministro de material autenticado. Deberán aún estar atentas a los procedimientos de vigilancia y bioseguridad, visando la protección de su equipo, del medio ambiente y de su acervo. El conocimiento de la biodiversidad y la bioprospección de nuevos microorganismos se han convertido en focos principales de la era biotecnológica y las colecciones de cultivos microbianos desempeñan un papel relevante en la conservación ex situ, distribución e identificación de estos recursos, así como en la organización y puesta a disposición de información asociadas a sus acervos. Es una actividad laboriosa, de gran responsabilidad y que demanda competencia.
La demanda de recursos genéticos de calidad asegurada ha crecido enormemente. En este contexto, el equipo de la CBMAI y de la DRM ofrece entrenamiento y asesoría con base en sus experiencias en curaduría de colecciones de cultivos, buenas prácticas de laboratorio de microbiología, taxonomía, ecología microbiana, aislamiento y screening, entre otros temas afines.